De todas las obras y reformas que se pueden acometer en una vivienda, quizás las más difíciles, costosas y problemáticas, sean las de fontanería.
Para evitar problemas en el futuro, lo mejor es que aprendas alguno de estos trucos para mantener en buen estado las cañerías, tanto si eres propietario de una vivienda de nueva construcción – con lo que podrás alargar la vida útil de tus cañerías nuevas- o tanto si eres propietario de una vivienda de más de diez años.
- Lo primero, empieza por lo más básico: pon una malla de protección en el desagüe y evita que los pelos, los restos de comida o restos más grandes se cuelen por el desagüe. Esta medida tan sencilla además hará que no se estanque suciedad en las paredes de tus cañerías y no huela mal tu casa.
- De vez en cuando, deja correr agua caliente por las tuberías del desagüe de la cocina, que disolverá la grasa que hay pegada a la misma. Haz esto con cierta regularidad y evitarás que la grasa se acumule a las cañerías.
- Ten cuidado cuando usas productos abrasivos. Usarlos daña el medio ambiente además puede carcomer las juntas de la tuberías, con lo que a la larga tendrás alguna fuga.
- Evita a toda costa tirar aceite por el fregadero. Es un error muy común tirar el aceite por el desagüe, lo que causa graves atascos cuando el aceite va adhiriéndose a las paredes de las tuberías. El aceite unido además a los restos de jabón pueden provocar un atasco que un fontanero puede que tenga que solventar.
- Ojo con los pisos de playa y la arena, que es uno de los problemas más grandes de las viviendas de localidades costeras. Hay rejillas que son capaces de captar la arena y evitar que esta pase a las tuberías, y a través de ellas solo circule el agua.
- No usar toallitas húmedas por el retrete. La toallitas húmedas son muy populares y no están diseñadas para disolverse en el agua en el acto como el papel higiénico. Esto hace que puedan provocar muy fácilmente un atasco importante que tendrá que solucionar un profesional con toda seguridad.
