Los datos aportados por Eurostat son contundentes. Al analizar la evolución en la economía, se aprecia cómo, desde 2008, hemos sufrido un incremento paulatino tanto en nuestra factura de la luz como en la del gas. Respecto a esta última, si bien tuvimos unos años de importantes bajadas entre 2009 y 2011, a partir de 2012 la progresión ha sido continua. Esta situación lógicamente, ha afectado al estado de nuestra economía, obligándonos a enfrentarnos a facturas cada vez más elevadas. Todo ello tras realizar auténticos periplos domésticos para aprovechar el máximo el gas y disminuir nuestros abonos.
Don Piso Badalona está tan preocupado como tú por esta situación y quiere ayudarte a que no entres en pánico cada vez que recibes la carta con la factura. Para conseguirlo, debes lograr un consumo eficiente en casa. Si tienes un sistema de calefacción, te recomendamos que esté equipado por una caldera de gas. Dentro de los distintos tipos disponibles en el mercado, debes decantarte por las calderas de condensación, dado que conservan y aprovechan mejor el calor. En cuanto a la temperatura, debes recodar que la ideal ronda entorno a los veinte grados. No obstante, por la noche o en los momentos en los que te ausente de casa, lo más aconsejable es que reduzcas varios grados la temperatura o, si es posible, ni la utilices.
Otra cuestión fundamental hace referencia al aislamiento de tu hogar. Es muy habitual que existan fugas de la temperatura a través de grietas en las ventanas; siendo fundamental que realices los arreglos pertinentes. Así mismo, debes potenciar el calor natural manteniendo las persianas abiertas y, aislarte de las temperaturas bajas, cerrando las ventanas y bajando las persianas.
A la hora de cocinar, si tu cocina utiliza gas, debes aprovechar al máximo el calor residual. Por ejemplo, poner la cafetera en el fuego donde has estado cocinando. Aunque tarde más, podrás disfrutar de un buen café. Así mismo, programa tu lavadora con agua fría siempre que sea posible. Ten mucho cuidado a la hora de abrir tus grifos. Es muy habitual que, cuando vamos a lavarnos las manos o la cara, de manera involuntaria, pongamos en funcionamiento el gas.